el suicidio de una fan de Beyoncé tras escuchar ‘Lemonade’

El single Pray You Catch Me, incluido dentro de Lemonade, el sexto álbum homónimo de la cantante Beyoncé, supuso una verdadera revelación en su publicación en el año 2016. Unas melodías en las que postraba toda su vida íntima -antes de que Shakira o Miley Cyrus sacaran los trapos sucios de sus ex a relucir-, donde la artista señaló públicamente a Jay Z como un infiel empedernido. Una manera de sanar heridas que difundió un oscuro runrún alrededor del disco, que ahora ha inspirado la historia de Enjambre, la nueva serie de Prime Video.

Según una serie de rumores que se propagaron como la pólvora, el mismo año que el álbum vio la luz, la estadounidense Marissa Jackson, de 31 años, era encontrada muerta en su apartamento de Houston. Un presunto suicidio que se producía después de enterarse de la infidelidad del rapero y productor musical a Beyoncé. 

Esta fan acérrima de la cantante no pudo con la presión de ver a la pareja, que posteriormente se reconcilió, en uno de sus momentos más bajos. De hecho, Jackson habría puesto a su segundo hijo el nombre de Jayoncé y celebrado una fiesta ante el nacimiento de Blue Ivy, la hija mayor de los artistas. El nivel de fanatismo alcanzaba las cuotas más altas.

Antes de quitarse la vida, la joven habría compartido un vídeo en Facebook donde se mostraba abatida al descubrir que la aparente pareja perfecta no lo era tanto. Un paralelismo con Enjambre, donde también encontramos al personaje de Marissa, quien se suicida tras conocer los problemas personales de su amada cantante Ni’Jah, que se suman a sus propios conflictos personales. 

Unas semejanzas más que evidentes cuando también descubrimos otros detalles, como el embarazo de gemelos de Ni’Jah, igual que el de Beyoncé, o el parecido entre el fandom de la artista ficticia y el de la cantante de Crazy in Love, el primero conocido como The Swarm (El enjambre) y el segundo como The BeyHive (La colmena). En ambos casos, la horda de fans no duda en acudir a las estrategias más extremas para defender a sus artistas predilectas. 



En este punto, también hay que señalar la adicción a las redes sociales de la creepy y asesina Dre (Dominique Fishback, quien participó en el videoclip de la canción Smile de Jay Z -una divertida (o no) coincidencia-), protagonista que no duda en acabar con la vida de todo aquel que se interponga en la felicidad de Ni’Jah, mientras rememora siempre la figura de su amiga Marissa. Y es que las redes sociales (especialmente Twitter) son un verdadero caldo de cultivo de los seguidores más obsesionados. 

Asimismo, conviene recordar la toxicidad por parte de los seguidores de Beyoncé, quienes analizaron frase a frase las letras de las canciones de la artista norteamericana y se quedaron con el fragmento de Lemonade en el que citaba a ‘Becky with the good hair’ (Becky de buen pelo), provocando que empezara la búsqueda de la que consideraron como la amante de Jay Z.

 Las especulaciones más dementes apuntaron a personalidades como la cantante Rita Ora o la diseñadora de moda Rachel Roy, recibiendo numerosos mensajes de odio en las redes sociales y obligando a ambas a negar la situación. «Yo respeto el amor, los matrimonios, las familias y la fortaleza. Lo que no debe de ser tolerado por nadie, no importando las circunstancias, es el bullying, del tipo que sea», señalaba Roy a través de sus redes sociales, justificándose ante las teorías más locas de cierta parte del The BeyHive.

La secta de Billie Eilish

En su viaje al festival de Bonnaroo, en Tennessee, Andrea cae en las garras de una secta comandada por Eva, interpretada por la cantante Billie Eilish, en su debut como actriz. Un culto con reminiscencias a varios de Hollywood, pero centrado especialmente en el NXIVM, en el que se vio involucrada Allison Mack, la actriz de Smallville, juzgada a tres años de prisión.

Los cocreadores y coproductores de la serie Janine Nabers y Donald Glover confirmaban para The Hollywood Reporter este nexo. «Está este culto que existía en todo el mundo y que fue predominante durante un tiempo. Y ese es el tipo de crimen real del quinto episodio. Creo que cuando la gente piensa en artistas o celebridades existe la idea de pensar en cultos a Taylor Swift, los Beatles y otros tantos, pero nos interesaba también ver a alguien que adora y explora ese culto a la mente». 

Nabers señala a su vez que Eva se inspira directamente en la figura de Keith Raniere, el líder de NXIVM, quien era condenado a 120 años de prisión y el pago de más de 1.750.000 dólares. Un aparente fundador de una organización de marketing multinivel que utilizaba su empresa como excusa para una trama delictiva de tráfico sexual

¿Existe realmente Andrea Greene?

El sexto episodio juega con un falso documental en el que la detective Loretta Greene (Heather Simms) descubre toda la verdad detrás del suicidio de Marissa Jackson y los asesinatos de su amiga Andrea Greene. Una presentación que nos hace reflexionar sobre la posibilidad de una referencia verídica hacia esta mujer, pero que, en esta caso, no es así.

Andrea Greene no existe como tal, aunque esté inspirada en un cúmulo de casos reales, algunos tan estrambóticos como el de Daniel Green, de 40 años de edad, quien asesinó a su madre, su hermana y a los dos hijos de esta, de 16 y 7 años, debido a su obsesión con la cantante. Un hecho que se suma a la obsesión de algunos individuos por cantantes y actores y que los ha llevado al nivel de cometer asesinatos a artistas, siendo el caso más sonado el de la muerte de John Lennon, quien perdió la vida a manos de Mark David Chapman.

Pero, en un círculo redondo perfecto, que demuestra la maestría de Glover como creador de productos audiovisuales cercanos a la actualidad, este consigue que nos compadezcamos de la protagonista. Ello a pesar de que, una vez más, y como suele ocurrir, la realidad no se aleje tanto de la terrible ficción.

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