«Ha sido un ahorro brutal, no te lo puedes ni imaginar»

Todas las mañanas, antes de salir de casa para ir a trabajar, Igor Urquijo programa su lavavajillas para que comience a funcionar a mediodía. Es un hábito reciente, que ha comenzado desde que, harto de que su factura de la luz no parase de subir, decidió instalar placas solares en el tejado de su vivienda unifamiliar para empezar a autoabastecerse de energía eléctrica.

«Con la app, veo que, a día de hoy, más o menos la energía consumida que proviene de la red sería del 50%», explica Urquijo, un consultor web de 41 años que vive con su mujer y su hija en Haro, La Rioja. En su caso, decidió no instalar una batería, por lo que solo puede abastecerse con sus placas solares durante las horas en las que hay sol. «No solemos estar en casa durante el día así que hemos cambiado un poco los hábitos y programamos el lavavajillas y la lavadora a las horas a las que pega más el sol».

Igor Urquijo vive con su mujer y su hija hen una vivienda unifamiliar donde han decidido instalar recientemente placas solares.
CEDIDA

No solemos estar en casa durante el día así que hemos cambiado un poco los hábitos»

Las instalaciones fotovoltaicas en viviendas están experimentando un crecimiento espectacular desde finales de 2018, cuando se puso fin al conocido como «impuesto al sol», un peaje que se aplicaba a la energía generada mediante el uso de paneles solares de más de 10 kW de potencia.

Además de la derogación de esta tasa, se han eliminado en los últimos años barreras administrativas y se han creado nuevos incentivos a los que se acaban de incorporar las ayudas provenientes de los fondos europeos. En 2021, las instalaciones de placas fotovoltaicas se duplicaron respecto al año anterior -se pasó de instalar 596 MW a 1203 MW-. Una de cada tres, se instalaron en hogares.

A pesar de este incremento, España sigue muy por detrás en cuanto al peso de la energía eléctrica en el total del mix energético -8,1%, en 2021- respecto a otros países europeos con muchas menos horas anuales de sol como Alemania o Francia.

“Por desgracia, hemos necesitado una guerra y esta crisis energética para darnos cuenta de que España es la mayor potencia energética en Europa precisamente con la energía mas barata”, declara Gabriel Nebral de EDP Solar, una empresa que, en apenas dos años, se ha convertido en el líder del autoconsumo solar en España.

«España es la mayor potencia energética en Europa precisamente con la energía mas barata»

«El 85% de los tejados en España son técnicamente viables para poner paneles solares, es decir que el potencial que tiene España de independizarse por tener la energía más barata que existe, que es la solar, es absolutamente brutal, por eso estamos muy lejos todavía de nuestro potencial», añade Nebral.

Los bloques de viviendas, la asignatura pendiente

Para Luis Manuel Fraile, un promotor inmobiliario retirado que vive en El Casar, Guadalajara, la inversión para acometer la instalación fue superior a la media. Si habitualmente, por una vivienda unifamiliar como la suya el precio suele rondar los 6.000 euros, él decidió invertir hasta los 9.000 para poder vender sus excedentes a la red eléctrica.

«Pusimos una instalación bastante grande y de estar pagando 160 euros al mes, pasamos a pagar 25 euros el pasado verano», explica Fraile, que también acaba de instalar aerotermia en su vivienda, un sistema de calefacción y refrigeración eléctrico. «Es un ahorro brutal, no te lo puedes ni imaginar. Nosotros gastábamos 700 litros de gasoil al mes, unos 1.200 euros, y, con esto, en invierno, se nos va a poner en 250 euros al mes».


Paneles solares sobre el tejado de un edificio.

Este boom de las instalaciones fotovoltaicas en hogares ha tenido como protagonista esencialmente a viviendas unifamiliares, mientras que los bloques de apartamentos habituales en las grandes ciudades siguen siendo la asignatura pendiente.

«Está teniendo un desarrollo más lento porque hay que poner de acuerdo a los vecinos y eso es difícil en este país pero se está modificando la legislación para agilizar estos pasos», declara Estefanía Caamaño Martín, investigadora del Instituto de Energía Solar de la Universidad Politécnica de Madrid.

«Pero es una buena inversión, en cuatro o cinco años se ha amortizado, según los análisis que hemos hecho en edificios de esta tipología, estamos hablando de inversiones de 1000 euros por vecino, que no estamos hablando de hipotecarse e incluso hay empresas que lo están adelantando», añade Caamaño Martín.

El vehículo eléctrico como batería

Como señaló un importante político hace unos meses, los paneles solares solo producen energía eléctrica de día. Esto no significa que una instalación fotovoltaica no pueda surtir de electricidad a una vivienda también durante la noche, pero, para ello, requiere una batería cuyo precio actual es prácticamente el mismo que el de las propias placas.

El precio aún alto y el tiempo limitado de uso que tiene una batería hace que muchos usuarios prefieran ahorrarse este gasto y surtirse con la energía de la red durante la noche. Sin embargo, como señala Caamaño Martín, los vehículos eléctricos pueden acabar convirtiéndose en un almacenador de energía que no requiera un gasto adicional.

«El vehículo eléctrico está penetrando cada vez más, tiene almacenamiento y puede recibir electricidad de unos paneles solares», explica la investigadora. «Utilizarlo como batería de la vivienda, aunque a veces no se puede por razones de estándares, tecnológicamente es posible. Lo que tiene es que permitirlo la legislación».