España y otros países ‘pacifistas’ de la UE llevan años protagonizando una ‘anomalía atlántica’: su gasto en Defensa apenas roza el 1% del PIB, la mitad de lo que nos reclama EEUU. La guerra ha llevado a Sánchez a aceptar que España duplique en torno a 10.000 millones ese gasto. Toca cumplir con la OTAN. Igual que toca también cumplir con los ciudadanos y presentar cuanto antes el plan de choque para paliar el revés económico que ya sufren muchas familias. Las dos medidas son compatibles.