Los desacuerdos continúan creciendo entre el presidente guatemalteco Bernardo Arévalo y la fiscal general Consuelo Porras.
Esta semana, el presidente solicitó una audiencia preliminar contra Porras por presuntos delitos de violación constitucional y abuso de poder, luego de que Porras solicitara a la Corte Constitucional procesar a Arévalo por presuntas «medidas políticas y financieras» contra la institución que dirige. .
En conferencia de prensa este jueves, Arévalo calificó la actuación de Porras como un «ataque ilegal y desesperado» y dijo que tomará las medidas pertinentes dentro del marco legal para dejar el cargo, al considerarlo una obstrucción a la justicia.
Además de solicitar una audiencia preliminar contra Porras, el presidente guatemalteco ha solicitado que se revoque la inmunidad que le protege de ser destituido del cargo. Desde que asumió la presidencia, Arévalo ha pedido la renuncia de Porras, a quien acusa de no investigar la corrupción de administraciones anteriores.
Arévalo instó al sistema de justicia a no ceder ante el chantaje y la extorsión de una «minoría corrupta» y a respetar estrictamente la ley para detener el ciclo de oscuridad y abuso por parte del Ministerio Público.
Estos conflictos entre los dos funcionarios se han intensificado desde que Arévalo se postuló y ganó la presidencia en 2023, y desde entonces la fiscalía de Porras ha estado llevando a cabo una investigación abierta sobre los resultados de las elecciones. En los últimos días pidió permiso al Tribunal Constitucional para investigar al Presidente de la República, que tiene derecho a inmunidad por su cargo.
Esta no es la primera vez que Arévalo presenta una demanda contra Porras. La Secretaría General de la Presidencia presentó la primera solicitud a finales de febrero, luego de que Porras inicialmente se negara a responder al llamado de Arévalo.
Por su parte, Porras cree que Arévalo hace «declaraciones irresponsables» y utiliza una «narrativa perversa que ataca la democracia y las instituciones del país».