Hace una semana, una exclusiva del corazón se coló de lleno en la conversación de todos los hogares españoles. Y hasta en la del Congreso de los Diputados. Las imágenes de la presentadora y actriz Ana Obregón abandonando un hospital de Miami (EE UU) con una bebé en brazos, su nueva hija por gestación subrogada, fulminó el resto de temas de la actualidad.
El debate de los vientres de alquiler y sus implicaciones éticas quedaron así, de nuevo, sobre la mesa y casi ningún político logró –o quiso– sustraerse de opinar al respecto. Incluido el Gobierno.
Un peliagudo tema con muchas aristas que también entró de lleno en la opinión pública y, cómo no, en las redes sociales, donde ha habido algunos enganchones, y muchos vienen de rostros conocidos de la pequeña pantalla.
Estos días, Ana Bernal-Triviño había compartido una visión crítica del proceso. A través de un artículo en un medio de comunicación, donde la periodista, conocida para muchos espectadores de la pequeña pantalla por participar en Rocío. Contar la verdad para seguir viva, se pronunció claramente en contra de la gestación subrogada.
Sus palabras fueron respondidas por Antonio Rossi, colaborador también de Telecinco, en programas como Sálvame o El programa de Ana Rosa, que calificó como «ejemplo de desinformación vendido como no sé qué» los argumentos de la periodista. «Pero que cada uno piense, opine o tenga el criterio que tenga. Llegará en España el momento de admitir este método. Mientras, en EE UU, regulado, legal y con garantías para todos, sobre todo para las gestantes», remató en su crítica.
«Pues ya está todo dicho», respondió escuetamente Bernal-Triviño, que se explayó después en Instagram. «Cómo no, esto tenía que suceder en algún momento. Ni un solo argumento salvo desacreditar a una compañera profesional especializada. Claro, en muchos platós de Rocío quedaban muchas cosas en evidencia«, aseguró en un story que luego borró.