La exescolta de la ministra de Igualdad, Irene Montero, ha declarado ante el juez que alguna vez tuvo que hacer labores ajenas a sus funciones de seguridad y ha apuntado que una exresponsable del departamento de prensa le dijo que también debía hacerse cargo del cuidado de los hijos de la dirigente.
El titular del Juzgado de instrucción número 42 de Madrid ha tomado declaración como testigo a la exescolta de la ministra en el conocido como caso niñera, donde se investiga si su asesora Teresa Arévalo desempeñó funciones como cuidadora de su hija menor durante la campaña electoral de 2019 con cargo a los fondos del grupo parlamentario.
Según informan fuentes jurídicas, la testigo ha dicho que no le consta que Arévalo realizase esas funciones ni la vio cuidando de su hija, y que viajaba con Montero como miembro de su equipo, si bien después ha señalado que supo de otra persona, a la que ha identificado como Gara (Santana) y que fue responsable del departamento de prensa del partido, que tuvo que cuidar en alguna ocasión de los niños de la ministra y del exvicepresidente del Gobierno Pablo Iglesias.
Ha indicado que la propia responsable se lo dijo cuando la llevaba en coche a casa de Montero e Iglesias y que mencionó que estaba cansada, según las fuentes.
A raíz de este testimonio, Vox, que ejerce la acusación popular en esta causa, ha anunciado que pedirá la declaración como testigo de esta trabajadora, y que volverá a reclamar la comparecencia de la exescolta para que aclare algunas cuestiones que no han quedado claras en torno a Teresa Arévalo.
En opinión de la vicesecretaria nacional jurídica de Vox, Marta Castro, que interviene como acusación popular, «ha quedado claro» que la antigua empleada del departamento de prensa de Podemos «cuidaba de los niños de Irene Montero en su casa», algo que, ha recalcado, «parece que no cuadra mucho con la ética».
Según ha explicado a los medios, la exescolta ha indicado que, «de forma excepcional, le mandaban hacer gestiones» relativas al padre de Irene Montero, o que tenían que recoger a otros miembros del equipo, funciones que «excedían cuestiones de seguridad».
Esta causa se centra en la actuación de Teresa Arévalo, quien el pasado mes de julio aseguró que sólo sostuvo durante unos «segundos» a la hija de la ministra de Igualdad y que en el momento en el que presuntamente ocurrieron los hechos «no cobraba dinero del partido».
El procedimiento nació de la denuncia de la exresponsable de Cumplimiento Normativo de Podemos, Mónica Carmona, que se negó ante el juzgado a desvelar la identidad de la persona que le transmitió que una asesora de la ministra desempañaba funciones como cuidadora de su hija menor, y aseguró que no lo investigó porque fue cesada.